A FONDO

El cáncer de mama es el más común y la segunda causa de muerte en mujeres

Investigadores valencianos, coordinados por el investigador del Consejo Superior de Investigaciones Científicas (CSIC) José Mª Benlloch, han desarrollado un sistema PET específico para la detección del cáncer de mama único en el mundo. El innovador aparato presenta la mayor resolución y sensibilidad del mercado, lo que permitirá iniciar los tratamientos de uno a dos años antes de lo habitual y aumentar así las probabilidades de superar la enfermedad con éxito.

AUTOR: RUVID

El Instituto de Instrumentación para Imagen Molecular (I3M) -centro mixto de la UPV, el CSIC y el CIEMAT- y el Instituto de Biomecánica de Valencia han colaborado estrechamente con la empresa valenciana Oncovision para desarrollar este aparato revolucionario llamado MAMMI (MAMmography with Molecular Imaging). Este mamógrafo, que surgió a partir de un proyecto inicial financiado por la Generalitat Valenciana, recibió el impulso definitivo de la Comisión Europea a través del Sexto Programa Marco donde participaron otros seis socios, principalmente centros hospitalarios, en el diseño y validación clínica del aparato.

 

El producto está en el mercado y numerosos hospitales de todo el mundo se han interesado en adquirirlo. Esto es muy inusual, indica el Dr. José Mª Benlloch (en la imagen), Profesor de Investigación del CSIC, codirector del I3M y coordinador de la iniciativa europea enmarcada en el programa Combating Cancer. «Normalmente estos proyectos terminan con un prototipo. Sin embargo, en este caso, los trabajos concluyeron oficialmente en diciembre y a los tres meses ya se lanza el producto. La empresa además ha conseguido la autorización para vender el aparato en toda Europa».

 

Las novedades

 

La novedad más llamativa que presenta el mamógrafo es la forma de capturar la imagen. La mujer se acuesta boca abajo sobre una camilla especial, en la llamada posición prona, e introduce el pecho en una de las aperturas. El especialista posiciona junto a la camilla un carro que incorpora el sistema de detección en un brazo elevador. La imagen se toma sin comprimir el pecho gracias al sistema de detección en forma de anillo que rodea la mama colgante. Como explica el investigador Benlloch, «Este cambio supone ventajas desde el punto de vista del diagnóstico porque a veces hay tumores que están muy cercanos a la base del músculo pectoral. Con el pecho colgando, se mejora considerablemente la visualización de toda la mama». Otra diferencia con respecto a la mamografía tradicional es que presenta una mejora ergonómica ya que proporciona una mayor comodidad a la paciente.

 

Desde el instituto I3M los investigadores contribuyeron al diseño del detector de rayos gamma, compuesto por doce módulos. Además, trabajaron en los programas de simulación para estudiar cómo se comportaría el aparato. Mientras tanto, el Instituto de Biomecánica de Valencia (IBV) asesoró a la empresa desde el diseño conceptual de la camilla y la fabricación del prototipo, hasta su evaluación mecánica. Se aplicaron para ello metodologías de diseño orientadas a las personas y a criterios ergonómicos. Por ejemplo, se incorporaron columnas elevadoras a la camilla para facilitar su utilización por parte de personas de edad avanzada y movilidad reducida.

 

El sistema PET

 

La otra gran innovación reside en la técnica utilizada. La mamografía tradicional consiste en una radiografía de las glándulas mamarias. MAMMI, en cambio, se basa en la técnica PET (Tomografía por Emisión de Positrones) para el diagnóstico del cáncer de mama, lo cual ofrece numerosas ventajas.

 

En el desarrollo del cáncer, primero aparecen las células cancerígenas que se replican de forma incontrolada y, pasados entre uno y dos años, provocan una lesión visible con las técnicas habituales. A partir de ahí la lesión se extiende y transcurre aproximadamente otro año más hasta que la lesión es palpable. Mientras que los equipos de diagnóstico actuales están basados en imágenes morfológicas y no reconocen el cáncer hasta que se presenta una lesión, mediante la técnica PET de MAMMI, se mide la actividad metabólica del tumor antes de producirse la lesión localizando el alto consumo de glucosa de las células cancerígenas. De modo que se llega a detectar la patología mucho antes. Numerosos estudios han confirmado que la detección precoz reduce la mortalidad en un 29%.

 

Hasta a fecha, se empleaban los escáneres PET de cuerpo entero para aquellos pacientes indicados o con alto riesgo de padecer cáncer de mama. Sin embargo, la imagen resultante es de baja resolución por lo que no detecta tumores pequeños. «Nuestro aparato, en cambio, está dedicado exclusivamente a la mama con lo cual los detectores están muy cercanos y revelan tumores muy pequeños, de etapas incipientes», explica el Dr. Luis Caballero (en la imagen), jefe del proyecto en Oncovision.

 

En comparación, MAMMI permite ver lesiones de hasta 1,5 milímetros, mientras que el mejor de los sistemas que existen actualmente (de cuerpo entero) ofrece una resolución de 5 milímetros. Por tanto, el sistema mejora el diagnóstico de todas las pacientes, pero especialmente en el caso de mujeres con implantes mamarios o mujeres jóvenes cuya densidad de mama siempre ha dificultado la obtención de una imagen nítida, indican desde Oncovision.

 

Valoración del tratamiento

 

El mamógrafo que comercializa la empresa valenciana permite, además, monitorizar si el tratamiento que sigue la paciente con cáncer de mama funciona. Según Luis Caballero, «Al mostrar el consumo de glucosa, la técnica PET es la única capaz de revelar si todavía existen tejidos cancerígenos tras una operación, ya que las otras técnicas únicamente presentan una imagen de la lesión donde es imposible distinguir tejido tumoral de, por ejemplo, la cicatriz propia de la operación». Asimismo, el PET desvela si las terapias de radioterapia y la quimioterapia son efectivas o necesitan modificarse. Como MAMMI es un aparato más preciso, se garantiza una mejor evaluación de la actividad del tumor y su respuesta a la terapia.

 

Los innovadores mamógrafos se fabricarán en la Ciudad Politécnica de la Innovación, el parque científico de la Universitat Politècnica de València, en la sede de la empresa Oncovision (GEM-Imaging S.A.). Dicha empresa nació en el año 2002 como spin-off del grupo de Física Médica de José Mª Benlloch cuando formaba parte del Instituto de Física Corpuscular (UV-CSIC).

 

El equipo está instalado actualmente en el Instituto Nacional del Cáncer en Ámsterdam (Holanda) y previamente en la Clínica de la Universidad Técnica de Munich (Alemania), donde se han completado las investigaciones clínicas y se han examinado a más de cincuenta pacientes. Está previsto que el nuevo sistema se instale próximamente en el Hospital Provincial de Castellón y en centros hospitalarios internacionales.