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La Universidad de Alicante cree que ante los colorantes naturales usados históricamente se abren nuevas oportunidades en pleno siglo XXI, pese a la abrumadora competencia de los de origen sintético.

AUTOR: UA

Con este objetivo está elaborando un censo mundial de tintes con determinadas propiedades de reforzamiento, participando en el impulso que la UNESCO está dando a la producción de colorantes de origen natural como recurso económico para países emergentes o pobres.

Tanto su compatibilidad con el medio ambiente como novedosos tratamientos proporcionan a estas sustancias un nuevo valor, destaca Francisco Miguel Martínez Verdú, profesor de la UA y director de grupo de investigación Visión y Color. Este grupo está investigando sobre nanopigmentos de origen natural. "Vamos a censar todos los colorantes naturales susceptibles de de ser reforzados con nanoarcillas, también de origen natural, que den origen a pigmentos híbridos, doblemente naturales pero dotados de alta resistencia". Las nanoarcillas, explica, son arcillas con una estructura cristalina a una escala mínima que les proporciona más resistencia al desgaste.

Aunque hay tintes de origen animal, como la púrpura o la grana, que se obtienen respectivamente de un molusco y un insecto, la mayoría de ellos tienen una procedencia vegetal, tanto de hojas como de frutos e incluso de raíces, lo que les hace especialmente aptos para países en los que la agricultura es fundamental en su estructura económica. Auque originalmente eran de origen silvestre, estas sustancias se pueden hoy cultivar con métodos modernos y con criterios de sostenibilidad, aprovechando el conocimiento que sobre estos compuestos guarda su cultura tradicional y encontrando para ellos funciones innovadoras.

Sus aplicaciones cubren desde la industria textil a la biomédica, pasando por la de los cosméticos, la alimentaria y cualquier otro tipo de producción coloreada que se pretenda perfectamente compatible con el medio ambiente y a veces también con su consumo humano. De hecho, señala Martínez Verdú, varias de las más importantes firmas de productos de cuidado corporal están intensificando sus investigaciones en este campo, y en Europa hay ya empresas que cubren toda la cadena para la obtención de tintes, desde su cultivo al tratamiento industrial para su extracción. Las principales colecciones de colorantes naturales son amerindias, asiáticas (especialmente de la India) y africanas, aunque la información disponible sobre estas últimas es menor. Otro de los objetivos para la profundización en el conocimiento científico de los tintes es su utilización con objetivos de identificación arqueológica o histórica de textiles y su restauración.

Un reciente congreso internacional celebrado en La Rochelle (Francia) ha revitalizado el interés científico por estos materiales, bajo el principio de que "el descubrimiento y el uso de colorantes y pigmentos naturales han contribuido al mantenimiento del vínculo milenario entre la humanidad y la naturaleza… Tintes y colorantes naturales son una parte esencial del patrimonio ecológico y cultural del mundo".

Las tendencias científicas actuales se orientan, entre otros objetivos, hacia la identificación científica de las fuentes tradicionales de tinte que siguen siendo poco conocidas; el estudio de nuevas fuentes de colorantes, especialmente entre los productos de desecho, por ejemplo, maderas, plantas de combustible, plantas medicinales y aromáticas, verduras y frutas... También se investiga el desarrollo de métodos de cultivo optimizado para los cultivos de tinte histórico, con el objetivo de minimizar su impacto ambiental o por el uso de la agricultura ecológica y se experimenta con las tecnologías de extracción ecológica.