La conservación del suelo, gestión imprescindible para alcanzar un modelo agrícola sostenible

El suelo es el más diverso e importante ecosistema del planeta. Los suelos son la base de nuestra vida, sin embargo, están sometidos a una creciente presión a menudo combinada con prácticas de manejo poco sostenibles como la utilización indiscriminada de fertilizantes, el laboreo intensivo, etc., que anualmente destruyen grandes extensiones de suelo fértil a nivel mundial. Ese hecho es especialmente relevante en las zonas semiáridas como el sureste español, donde la agricultura ha sido practicada durante milenios, y en muchos casos asociada a un inadecuado manejo del suelo siendo una de las principales causas de su degradación y de la disminución de la calidad biológica de los mismos. Dependiendo del tipo de manejo que se desarrolle en los sistemas agroforestales, los suelos pueden evolucionar en un sentido u otro afectando significativamente a sus propiedades en condiciones mediterráneas. El manejo de los suelos puede proporcionar soluciones que nos ayuden a encontrar las mejores prácticas agrícolas para el mantenimiento de la calidad del suelo y conseguir un modelo de uso sostenible.

 

En este sentido, para conservar el suelo en ambientes vulnerables, como lo es el sureste español, es fundamental estudiar parámetros asociados a propiedades químicas, físicas y biológicas (contenido en materia orgánica, nutrientes, estructura, actividades enzimáticas, biomasa, respiración poblaciones microbianas etc.) que reflejen fielmente la calidad del mismo y sean significativamente sensibles a cualquier cambio que pueda producirse en él. Estos parámetros deben ser fácilmente medibles e informarnos sobre la capacidad del suelo para llevar a cabo sus funciones ambientales y mantener su producción; de tal modo que aquellos parámetros más sensibles a las prácticas de gestión o al manejo serían los más deseables como indicadores de la calidad del suelo. Los parámetros que se utilicen deben ser capaces de reflejar procesos ecológicos, integrar propiedades físicas químicas y biológicas, ser accesibles a los usuarios y aplicables en condiciones de campo y ser sensibles a las variaciones en el manejo del suelo.

 

Cualquier manejo del suelo tiene influencia tanto en su calidad y propiedades como en los microorganismos del mismo y en los procesos microbianos a través de los cambios producidos en la cantidad y calidad de restos orgánicos incorporados al suelo, su distribución espacial, ciclo de nutrientes y cambios físicos. El tipo de uso agroforestal es una de las actividades antropogénicas que produce mayor alteración de las características del suelo, sin que todavía haya una buena comprensión de la respuestas del comportamiento de todas las propiedades del suelo al uso que hacemos sobre él.

 

Ante esta realidad, se hace imprescindible la búsqueda de manejos agrícolas que hagan compatible la producción con la conservación de la biodiversidad y calidad ambiental de los suelos, evitando prácticas de gestión que puedan incurrir en procesos de degradación del mismo. Con esta premisa, el Grupo de Edafología Ambiental (GEA) del Departamento de Agroquímica y Medio Ambiente de la Universidad Miguel Hernández de Elche, lleva trabajando prácticamente desde sus inicios, en el estudio que los efectos de los diferentes usos y prácticas agroforestales que se desarrollan en el ámbito mediterráneo tienen sobre las diferentes propiedades del suelo. De modo que analizamos desde la agricultura intensiva y la utilización de enmiendas orgánicas, al tipo de riego y la calidad de las aguas utilizadas, y los diferentes tipos de laboreo, con el fin de seleccionar aquellos modelos de uso agrícola más sostenibles, como puede ser la utilización de algunos tipos de mulching o enmiendas orgánicas, que pueden desarrollarse en el sureste español.

 

Este equipo ha desarrollado diversos proyectos de investigación en los últimos años dentro de este ámbito como: la recuperación de suelos degradados y ampliación de zonas de empleo de fangos residuales; las alteraciones de calidad ambiental en suelos afectados por el fuego en ambientes mediterráneos y el estudio de la hidrofobicidad y puesta a punto de nuevas técnicas para evaluar y corregir la degradación edáfica; o los efectos de la aplicación de un compost de Biosólido sobre la calidad de suelos con distinto grado de salinidad. Todos estos proyectos se han enmarcado en programas nacionales de la Comisión Interministerial de Ciencia y Tecnología (CICYT). Además, hemos participado en el proyecto europeo del Sexto Programa Marco WATER REUSE, Sustainable waste water recycling technologies for irrigated land in NIS and southern European states.
 

Fuensanta García Orenes. Grupo de Edafología Ambiental Dpto. Agroquímica y Medio Ambiente. Coordinadora de la Oficina Ambiental. Universidad Miguel Hernández de Elche.

 




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