En la actualidad, la concepción social de la discapacidad se ha ido oponiendo progresivamente a la idea del déficit, de la minusvalía, de la pérdida o de la incapacidad. Las aportaciones en el campo de la investigación cuestionan, desde la evidencia, la visión negativa centrada en la patología o el trastorno, alejándose significativamente de las concepciones erróneas sobre el retraso o la subdotación. En contraposición a esta concepción de la discapacidad, el planteamiento que hoy subyace en la investigación integra un modelo más social, educativo y comunitario, superando esta visión reduccionista, anclada principalmente en la interpretación biológica, psicométrica y clínica.

Los retos que afronta la Unión Europea se asientan sobre los principios que están en la base de una comprensión global de las personas con discapacidad y de su realidad social: la accesibilidad universal, el diseño para todos, la autonomía personal, la asignación de apoyos, la participación social, la calidad de vida, el ejercicio pleno de los derechos, la igualdad de oportunidades, la autodeterminación… contemplando capacidades y limitaciones de las personas.

En este sentido, las principales comunidades científicas consideran que la discapacidad no es exclusivamente una condición inherente a la persona, intrínseca a una condición innata o sobrevenida, sino que es el resultado de una relación dinámica, de una interacción entre la persona y el entorno, siendo las barreras físicas y, sobre todo, las barreras educativas, sociales y culturales los elementos determinantes de este entorno. En consecuencia, los retos científicos y sociales a los que debe dar respuesta la Unión Europea se deben integrar en estrategias globales que abarcan todo el ciclo vital de las personas con discapacidad, su entorno familiar y el tejido asociativo del tercer sector. Estas estrategias, con un amplio soporte en I+D+i, deben desarrollarse en los ámbitos educativos, culturales y sociolaborales, generando conocimiento científico y tecnológico en: autodeterminación y vida independiente, diseño para todos, productos y tecnología de apoyo, eficiencia en las organizaciones y servicios, empoderamiento y calidad de vida, planificación centrada en la persona, empleo y prestación de servicios en entornos comunitarios.

La Universidad Católica, a través del Campus Capacitas, está desarrollando diversas líneas de investigando sobre el modelo de atención temprana y educación inclusiva en las escuelas infantiles. El modelo centrado en la familia basa su intervención en las necesidades, las rutinas y las intervenciones en contextos naturales. La investigación demuestra el alto grado de eficacia y el aumento de la calidad de vida al incrementar la implicación de las familias, la competencia parental, la autoeficacia percibida y el empoderamiento o capacitación. Asimismo el Campus Capacitas colabora en el proceso de transformación en el que están inmersos los centros de atención temprana y educación inclusiva de FEAPS en el ámbito nacional.

Gabriel Martínez Rico, Delegado del Rector para el Campus Capacitas. Decano Facultad de Psicología, Magisterio y CC. de la Educación
Marga Cañadas Pérez. Directora Centro Atención Temprana CAT-Capacitas

Universidad Católica de Valencia “San Vicente Mártir”

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