ACTUALIDAD UNIVERSITARIA

La UCV es la primera universidad española que cuenta con una cámara hiperbárica en sus propias instalaciones, en las Centro de Medicina Deportiva y Alto Rendimiento que abrió sus puertas en enero de este mismo año.

AUTOR: UCV

Con esta unidad de última generación, la Universidad Católica de Valencia (UCV) reafirma su apuesta por la medicina hiperbárica que en los últimos años ha multiplicado considerablemente sus indicaciones en campos muy diversos de la medicina.

 

Asimismo, el Centro de Medicina Deportiva y Alto Rendimiento de la UCV cuenta con José Fabregat, neurocirujano y especialista en medicina hiperbárica que ha colaborado entre otras muchas instituciones con la Federación Española de Fútbol en la recuperación de lesiones de algunos futbolistas.

 

Fabregat ha señalado que “conceptualmente entendemos por medicina hiperbárica la exposición del organismo a altas concentraciones de oxígeno, rondando el 100 por ciento, y a presiones superiores a la atmosférica habitual”.

 

En este sentido, el experto ha aclarado que “el oxígeno tiene que ser respirado al 100 por ciento, hay otro tipo de tratamientos que son aplicación local de oxígeno, en alguna extremidad o zona del cuerpo, que tiene su utilidad pero que no se puede considerar medicina hiperbárica”.

 

“Esa combinación permite al organismo poner en marcha una serie de mecanismos para recuperar y activar la formación de tejidos y unos efectos biológicos que ya de por sí el cuerpo tiene, pero que con la oxigenoterapia hiperbárica llega a niveles de eficacia muy superiores”, ha subrayado Fabregat.

 

El especialista también se ha referido a las indicaciones de la medicina hiperbárica: “inicialmente eran cinco, algo tan dispar como los accidentes submarinos, las intoxicaciones por monóxido de carbono, secuelas de radioterapia, cistitis rádica, y proctitis rádicas, mientras que en la actualidad y tras la última reunión del Comité Europeo rondan ya la treintena.

 

Como campos de actuación a futuro, el experto ha destacado la patología oncológica, el dolor crónico o el dolor neuropático, que son campos en los que las técnicas estándar no dan más alternativa y en los se ha visto que la medicina hiperbárica puede abrir otras opciones y ser una técnica de gran ayuda a lo ya conocido.

 

Por último, y en el contexto del Centro de Medicina Deportiva y Alto Rendimiento de la UCV, Fabregat se ha referido a las bondades de esta técnica en la recuperación de lesiones osteoarticulares y musculoesqueléticas, así como en otras circunstancias que no tienen que ir relacionadas con alguna patología como es la recuperación de la fatiga, ya que “esas dosis altas de oxígeno a esa presión ponen en marcha unos mecanismos biológicos que permiten recuperarte antes de los esfuerzos”, ha destacado.

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