La Sala de la Muralla del Col·legi Mayor Rector Peset acoge la exposición ‘Antifranquismo y renovación pedagógica. El Seminario de Pedagogía del Colegio de Doctores y Licenciados del D.O. Valencia (1966-1978)’; una muestra organizada por la Fundación de Estudios e Iniciativas Sociolaborales de Comisiones Obreras del País Valenciano, con la colaboración del Vicerrectorado de Cultura e Igualdad de la Universitat de València, el Rector Peset y el Ministerio de la Presidencia.

 

Cuando en los años sesenta algunos profesores y profesoras valencianos se replantearon sus prácticas de enseñanza en las aulas y se reunieron para crear un Seminario de Pedagogía desde los principios de la clase activa y de la Educación Nueva, estaban convirtiéndose en herederos de una tradición pedagógica muy rica que se había desarrollado de manera excepcional en España entre finales del siglo XIX y el final de la Guerra Civil. Esa tradición de renovación pedagógica y reforma de la escuela que la Institución Libre de Enseñanza, la Escuela Moderna y las corrientes socialistas encarnaron de forma brillante, había quedado rota por el fuerte antagonismo que los ganadores sentían hacia ella.

 

El modelo educativo franquista, en los años cuarenta y principios de los cincuenta, supuso un cambio radical respecto al modelo republicano anterior. El franquismo defendía una tradición pedagógica basada en el autoritarismo y la disciplina. La libertad de cátedra sustituida por la libertad de enseñanza, la acción pedagógica del profesorado, el ambiente escolar, los manuales…, toda la enseñanza estaba concebida como un instrumento de adoctrinamiento con fines españolizadores, antilaicistas y segregadores por razones de clase y de sexo.

 

Durante los años cuarenta, la política educativa tuvo como meta la depuración de la escuela primaria, la enseñanza secundaria y la Universidad de cualquier vestigio de las reformas introducidas por la Educación Nueva, especialmente en los años de la República.

 

El Seminario de Pedagogía del Colegio de Licenciados de Valencia fue un movimiento de profesionales de la enseñanza que, ante la situación educativa que había creado la represión franquista, intentó, de forma absolutamente altruista y desinteresada, introducir en España la pedagogía moderna. En la época en la que las palabras democracia y libertad eran subversivas, en sus clases fomentaban la participación activa de los alumnos, la libertad de expresión y la gestión democrática. Se defendía el trabajo frente a la capacidad innata y el alumno era considerado como un ser en desarrollo y, por lo tanto, imposible de juzgar definitivamente.

 

Hacia 1967, un grupo de licenciados y licenciadas que ya habían asistido a una Universidad en ebullición, críticos con la educación franquista, se propuso acceder a la Junta de Gobierno del Colegio de Doctores y Licenciados con el propósito de defender a los enseñantes que empezaban a vivir una nueva etapa de importantes cambios educativos que culminaría con la aprobación de la Ley General de Educación de 1970. Pero no solamente se propuso la defensa de la profesión, sino que paralelamente se planteó cambiar las formas de enseñar y replanteó el papel de la educación y de la escuela dentro de una perspectiva de transformación democrática.