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Las sociedades musicales son el principal agente cultural de la Comunitat según un estudio de la UV para la Federación de Sociedades Musicales de la Comunidad Valenciana (FSMCV), en el que se analiza el peso económico, social, laboral y cultural de este colectivo.

AUTOR: UV

El trabajo “Estructura presupuestaria, dimensión e impacto económico de las sociedades musicales en la Comunidad Valenciana” ha sido desarrollado para la FSMCV por el equipo de Economía de la Cultura del Instituto Interuniversitario de Desarrollo Local de la Universitat de València (IIDL) que ha dirigido Pau Rausell.

 

La FSMCV es una asociación con más de 40 años de existencia que agrupa a 536 sociedades musicales de Alicante, Castellón y Valencia (el 50% del total español) con 40.000 músicos, 60.000 alumnos de las escuelas de música y más de 200.000 socios.

 

El estudio del IIDL contribuirá a la elaboración de un plan estratégico que garantice el presente y el futuro económico del colectivo que se desarrolla en una comisión mixta con la Conselleria de Gobernación.

 

La Federación de Sociedades Musicales de la Comunidad Valenciana (FSMCV) constata que el colectivo es una de las principales “industrias” por producción (60 millones), empleos (2.575), y patrimonio: los instrumentos están valorados en 27 millones y las partituras en 13 millones.

 

Rausell, director del estudio, afirma que “las sociedades musicales conforman la red cultural más capilarizada y la estructura cívico-social con más arraigo en Alicante, Castellón y Valencia”.

 

Josep Francesc Almería, presidente de la FSMCV, asegura que “no debe desdeñarse el peso económico de las sociedades musicales. El estudio viene a demostrar, con datos objetivos, que éstas constituyen una piedra angular de la economía y de la cultura valenciana con mayor incidencia económica, social y laboral de lo que aparentemente se podría suponer”.

 

Las sociedades musicales cuentan con más de 250.000 m2 en inmuebles destinados al uso educativo y cultural, valorados en el momento de su compra en 80 millones de euros. Estos espacios culturales suelen estar infrautilizados pero “optimizar su uso sólo supondría una inversión mínima”, según Rausell.

 

El estudio hace referencia a las 37.643 horas por semana que las sociedades musicales dedican a la formación y ensayos en un año (1.568 días) y a los más de 3.600 conciertos de banda y orquesta, 1.700 conciertos de grupos instrumentales y más de 11.000 pasacalles por los municipios de la Comunidad Valenciana.

 

Asimismo, hace un análisis pormenorizado de la actividad del colectivo prestando especial atención a su impacto económico en las distintas comarcas, al empleo que genera, a la estructura de gastos e ingresos y a la eficiencia de la labor que desarrolla, que está por encima del 70%.

 

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