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El Instituto de Biomecánica (IBV) ha asesorado a la empresa alicantina Garvalín en el desarrollo de un nuevo modelo de calzado infantil BioGateo desde la etapa de gateo hasta que empiezan a caminar.

AUTOR: IBV

Desarrollar un zapato adecuado para la etapa en la que los niños pasan del gateo a la marcha erguida no es solo cuestión de diseño. El calzado debe proteger el pie del bebé frente a la agresividad de ambientes externos en los que el niño se desenvuelve, ayudando a su desarrollo físico y motor, y proporcionando, al mismo tiempo, confort térmico (que lo proteja del sudor, el frío o el calor), y mecánico (sin que provoque presiones ni rozaduras en el pie).

De esta forma, en las etapas iniciales de la adquisición de la marcha, el calzado debe permitir que el niño sienta el terreno que pisa para favorecer la estimulación sensorial, un buen desarrollo del sistema nervioso y mejorar el equilibrio. Además, el calzado para niños debe cumplir su función sin dar lugar a lesiones ni daños en los pies, favoreciendo el crecimiento y un desarrollo locomotriz normal.

En esta línea de trabajo, el Instituto de Biomecánica (IBV) ha asesorado a la empresa Garvalín. El estudio realizado destaca la importancia del calzado infantil en el desarrollo locomotriz de los niños y cómo dotarlo de las características biomecánicas, ergonómicas y fisiológicas adecuadas a las necesidades de salud y confort de los más pequeños.

Hasta ahora no existía en el mercado un calzado que reuniera los criterios de diseño adecuados a las necesidades de los niños en estas etapas de desarrollo ya que, por lo general, están basados en reproducciones a escala del calzado de adultos. Entre los aspectos más novedosos del zapato desarrollado por Garvalín figuran una suela con ranuras estratégicas de diferente grosor para una mejor flexibilidad y que se prolonga hasta la misma puntera, haciéndolo especialmente indicado para el gateo cuando los dedos del niño ejercen toda la presión sobre el suelo con el dorso del pie.

El calzado también posee una gran estabilidad ya que la suela es ancha y plana en la zona de apoyo y dispone de refuerzos laterales para controlar el movimiento medio-lateral del pie, así como una horma especialmente pensada para absorber el rápido crecimiento en esta etapa.
 

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