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Compost in Green S.L., empresa de base tecnológica creada por investigadores de la Universidad Miguel Hernández (UMH) de Elche, investiga, desarrolla y comercializa una línea de productos fertilizantes de alta calidad para el sector agrícola capaces de prevenir enfermedades y aumentar la resistencia de cultivos a periodos de sequía.

AUTOR: RUVID

A partir de un proceso patentado de compostaje de residuos orgánicos, la empresa transforma lodos de depuradora, restos de cosechas y residuos de jardinería en abonos, sustratos alternativos a la turba y compost líquidos. Detrás de la iniciativa empresarial, alojada en el Parque Científico Empresarial de la Universidad, se encuentran seis investigadores de la UMH con más de quince años de experiencia en el sector.

La firma de reciente creación utiliza en esta primera fase la planta de compostaje de la Escuela Politécnica Superior de Orihuela (EPSO), una instalación autorizada por la Conselleria de Agricultura, Pesca, Alimentación y Agua, y que es pionera en España en la optimización de procesos de compostaje desde escala piloto a escala industrial. Dicha instalación funciona como una especie de gran reactor biológico donde se controla y acelera el proceso natural por el cual una serie de microorganismos (bacterias y hongos) son capaces de convertir un material residual en otro de valor añadido.

 

Los productos desarrollados por Compost in Green son además capaces de retener mejor la humedad en el suelo que otro tipo de producto fertilizante, y de tener actividad supresora de patógenos (plagas y enfermedades). Es decir, que si se utiliza uno de estos composts en un cultivo intensivo o en un invernadero las plantas serán menos susceptibles de sufrir ataques de hongos, por ejemplo, ya que los propios microorganismos del sustrato combaten la plaga.

En función de la combinación de material residual que se utilice y la proporción, se genera un producto diferente con unas propiedades particulares. «Hay materiales que confieren al compost final una mayor presencia de ácidos húmicos o de ácidos fúlvicos, sustancias beneficiosas para las plantas que el agricultor adquiere a precio de oro y que ya están presentes de manera natural en este compost», explica el director de la empresa, Raúl Moral Herrero. Es decir, en función de las necesidades del agricultor se utilizan unos ingredientes u otros. Esta capacidad de desarrollo les ha permitido presentar productos diferenciados en el mercado, algo innovador ya que, aunque en la comunidad científica los procesos que confieren propiedades adicionales a los composts son conocidos, no se había trasladado este conocimiento al mercado en forma de productos.

Transferencia tecnológica entre la Universidad y la empresa

El Grupo de Investigación Aplicada en Agroquímica y Medio Ambiente (GIAAMA) ha desarrollado y patentado los protocolos para fabricar los fertilizantes orgánicos. Por un sistema de transferencia de conocimiento, Compost in Green utiliza dichos protocolos relacionados con las fases de elaboración y la mezcla de residuos para alcanzar las propiedades deseadas en menor tiempo y mayor cantidad.

Según Raúl Moral Herrero, director del GIAAMA: «Los miembros del grupo de investigación teníamos la inquietud de transferir a la sociedad los resultados del trabajo desarrollado en el entorno del compostaje, sobre todo del aprovechamiento de los residuos vitivinícolas de las alcoholeras y las productoras de vino donde somos un referente científico en España». Apoyados por el Vicerrectorado de Investigación e Innovación, los investigadores promovieron la empresa spin-off y se constituyó en marzo de este año.

A nivel de comercialización, los promotores se están especializando en tres productos clave y su capacidad de producción actual ronda las 600 toneladas al año. Con el objetivo de multiplicar la producción y diversificar la oferta, se encuentran concretando la entrada de un socio externo estratégico.

Raúl Moral es también profesor del Departamento de Agroquímica y Medio Ambiente de la UMH y coordinador de la Red Española de Compostaje. Junto con su equipo del GIAAMA está publicando a nivel internacional resultados pioneros en la optimización del compostaje a partir de digeridos procedentes de la biometanización, un material poco estudiado antes en el ámbito de la valorización de residuos orgánicos.