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23/03/2016

Demuestran la relación entre la amígdala medial y el comportamiento sexual de los ratones

Un estudio de la Facultad de Ciencias Biológicas de la Universitat de València (UV) ha demostrado que los impulsos sexuales, defensivos y agresivos de los ratones están relacionados con las conexiones y los impulsos que recibe la amígdala medial de otras partes del cerebro.  



AUTOR: UV

Grupo de investigación que ha participado en el proyecto del Departamento de Biología CelularSe trata del primer trabajo que dibuja el mapa completo de estas conexiones de la amígdala de un mamífero, y se acaba de publicar en la revista Brain Structure and Function.

 

La amígdala es una estructura cerebral clave en el control del comportamiento emocional, tanto de los humanos como de otros mamíferos. Una subdivisión de esta estructura, llamada amígdala medial (por su posición anatómica), interviene en el control de los comportamientos social y sexual, especialmente en los roedores (ratas y ratones).

 

Se trata del primer trabajo que dibuja el mapa completo de las conexiones de la amígdala medial de un mamífero y destaca por haber tenido en cuenta las tres pequeñas subdivisiones anatómicas de esta estructura, un aspecto técnicamente difícil, dado que la disposición en el encéfalo de estas partes hace que haya que atravesar el cerebro para llegar a ellas y poder estudiar las conexiones mediante la inyección de trazadores.

 

“La amígdala es una estructura clave en el control de los comportamientos emocionales. Las alteraciones de la amígdala intervienen en patologías como por ejemplo los desórdenes de ansiedad, el estrés postraumático e incluso el autismo en humanos. Por lo tanto, conocer las conexiones de la amígdala es un paso necesario para poder entender cómo el mal funcionamiento de esta estructura da lugar a estas enfermedades”, afirma Enrique Lanuza, coordinador del proyecto y profesor titular del Departamento de Biología Celular de la Facultad de Ciencias Biológicas.

 

Los resultados llenan un importante vacío de conocimiento y contribuyen a entender los circuitos neuronales que intervienen en el control de los comportamientos emocionales, y en particular en el control del comportamiento sexual. A pesar de que se desconoce el papel de estas conexiones en el cerebro humano, es probable que sea parecido.

 

El artículo publicado, Afferent projections to the different medial amygdala subdivisions: a retrograde tracing study in the mouse, se basa en el trabajo del Grupo de Investigación de Neuroanatomía Funcional Comparada del Departamento de Biología Celular. La primera firmante del trabajo es Bernardita Cádiz-Moretti, doctora en neurociencias por la Universitat de València y actualmente profesora de la Universidad Andrés Bello de Santiago de Chile. La investigación ha sido parte de su tesis doctoral.

 

El estudio sobre los ratones muestra las conexiones que tiene esta estructura con otras áreas del cerebro, las cuales permiten analizar qué tipo de información le llega y cómo son los circuitos que procesan esta información para dar una respuesta adecuada. Los resultados revelan que parte de la amígdala medial está fuertemente conectada con los circuitos que intervienen en el control del comportamiento sexual, mientras que otra parte parece que está más conectada con los circuitos que intervienen en el control de los comportamientos defensivos y agresivos.

 

“Con los resultados de este estudio ponemos en discusión la noción imperante según la cual cada uno de estos subnúcleos interviene de manera diferente en el control de ciertas conductas sociosexuales y proponemos, por el contrario, que funcionan de forma cooperativa para dar respuestas de atracción sexual”, afirma Bernardita Cádiz-Moretti.

 

Desarrollo de la investigación

 

La investigación ha requerido inyectar en el cerebro de cada ratón anestesiado cantidades mínimas de trazadores neuroanatómicos, los cuales se han podido analizar posteriormente en el microscopio y han revelado la organización de las conexiones entre las diferentes áreas del cerebro. “Es un estudio de ciencia básica, el objetivo final del cual es contribuir a entender el funcionamiento del cerebro humano. La amígdala es una estructura neuronal muy conservada evolutivamente y por lo tanto tiene una organización bastante pareciendo entre humanos y otros mamíferos”, afirma Enrique Lanuza.

 

“Para llevar a cabo estos experimentos, la mayor dificultad que tuvimos fue acceder a estos núcleos –indica Bernardita Cádiz-Moretti–. Se encuentran en la zona más ventral del encéfalo, y por lo tanto hay que atravesar todo el cerebro para llegar a ellos, y además, cerca (encima) hay un trato bastante grueso”. Estos dos factores son los que hacen que sea muy fácil que la aguja con la cual se deposita el trazador se desvíe y un pequeño desplazamiento haga que falle la inyección.

 

La revista Brain Structure and Function, del grupo editorial Springer, tiene un índice de impacto de 5,618, que la coloca en segunda posición en la clasificación del área de anatomía y embriología del Journal of Citation Reports, una herramienta para evaluar las principales publicaciones de cualquier parte del mundo. Es, de hecho, la revista de referencia para la publicación de estudios de neuroanatomia experimental, como es el caso. 


DESTACAMOS

El equipo y el proyecto

 

Enrique Lanuza es doctor en ciencias biológicas y profesor titular de Biología Celular de la Universitat de València. Su tarea investigadora se centra en los circuitos neuronales que subyacen en los comportamientos innatos, como por ejemplo la atracción sexual, la agresión o el comportamiento parental. Actualmente es codirector del Máster de neurociencias básicas y aplicadas y del Máster euromediterráneo de neurociencias y biotecnología de la Universitat. Ha publicado más de cincuenta artículos en revistas internacionales y varios capítulos de libros.

 

Durante la realización de este trabajo, publicado en la versión digital de la revista en diciembre del año 2014, Bernardita Cádiz-Moretti fue becaria predoctoral de la Universitat de València en el programa Becas Chile del gobierno del país andino. Ha obtenido el tercer lugar en el premio de divulgación científica Mi ciencia, mi país, en Chile, con el trabajo El olor del deseo, relacionado con su investigación predoctoral.

 

La investigación ha tenido el apoyo financiero del programa de Fomento de la Investigación Científica de Excelencia del Plan Nacional de I+D, y la cofinanciación FEDER (BFU2010-16656 y BFU2013-47688-P).

 

Además de los investigadores citados, también han participado en el proyecto Marcos Otero García, becario FPU (Formación del Profesorado Universitario) del Departamento de Biología Funcional de la Universitat de València, y Fernando Martínez García, catedrático del Departamento de Biología Funcional y actualmente en la Unidad Predepartamental de Medicina de la Universitat Jaume I.

 

 

Referencia biblográfica: Afferent projections to the different medial amygdala subdivisions: a retrograde tracing study in the mouse. Journal Brain Structure and Function, 221(2), 1033-1065. DOI 10.1007/s00429-014-0954-y.



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