SOCIALES Y JURÍDICAS

Una investigación de la Universitat de València (UV) demuestra que un 37% de los usuarios del servicio de bicicletas compartidas (Valenbisi) mantuvo su rutina de movilidad durante la pandemia de COVID-19.

AUTOR: UV

En un artículo publicado en la revista Cities y sobre una muestra de 4.355 personas, reafirman con datos objetivos que este sistema es un medio de transporte relevante y consolidado en la ciudad de València.

 

“Ante una situación de emergencia sanitaria, un 37% de las personas no cambiaron su patrón de comportamiento, probablemente porque son profesionales esenciales”, resalta el equipo de la UV, que también ha constatado una reducción del 40% de los movimientos después de la apertura posconfinamiento del servicio Valenbisi.

 

Los resultados obtenidos indican que el 63% de los usuarios cambió su rutina de desplazamiento en bicicleta compartida después del brote de la COVID-19. Además, del 37% que mantuvo su comportamiento habitual durante la pandemia, el estudio ha observado “ligeros” cambios como un aumento de movilidad por las mañanas en comparación con los realizados en las horas de la tarde, cuando se produjeron las mayores restricciones de movilidad.

 

“Los resultados obtenidos son útiles para calcular qué porcentaje de la población mantiene un comportamiento regular en situaciones de emergencia. Además, permiten incentivar inversiones relacionadas con la movilidad como construir infraestructuras nuevas (tramos de carril bici), mejorar el sistema de bicicletas compartidas o la señalización en el pavimento, entre otras”, apuntan Laura Antón y Miquel Pans, investigadores Prometeo en el Departamento de Educación Física y Deportiva al que pertenecen los seis firmantes del artículo.

 

Para determinar los patrones de movilidad de todos los usuarios del sistema de bicicleta compartida de València antes y después del brote de la COVID-19, el equipo de la UV utilizó un método innovador de análisis de datos, SOM. Este método permite agrupar a los usuarios según 25 variables con las que caracterizar el comportamiento de los usuarios. De estas, el 63% de los usuarios que modificó su movimiento, al igual que el 37% que mantuvo su comportamiento, se vieron afectados en 15 variables. La principal diferencia es que el grupo perteneciente al 37% de los usuarios realizó cambios menores en su comportamiento antes y después del brote.

DESTACAMOS