Unos días tras el acto de conmemoración de los veinte años de excelencia investigadora del Instituto de Tecnología Química (UPV-CSIC), se hacía público que su director, Avelino Corma, había sido galardonado con el Premio Rhodia Pierre-Gilles de Gennes 2010 por su inestimable contribución en el campo de los procesos catalíticos.

AUTOR: UPV

El jurado del premio, creado en 2008 por el grupo empresarial químico internacional Rhodia y dotado con 200.000 €, ha reconocido a Corma por su inmensa contribución en el campo de la catálisis aplicada a la síntesis química, el refinamiento del petróleo, los recursos energéticos renovables y la protección del medio ambiente. Este galardón se suma a la extensísima lista de premios, nacionales e internacionales, que el profesor Corma lleva acumulados a lo largo de su carrera; entre los que destacan el Premio Nacional de Tecnología Leonardo Torres Quevedo, el Premio Jaume I de Nuevas Tecnologías, el Premio Nacional de Ciencia y Tecnología de México, La Medalla de Oro de la Real Sociedad de Química de España, el Premio DuPont en Ciencias Materiales, el Premio Houdry de la Sociedad Norteamericana de Catálisis, el Premio Breck de la Asociación Internacional de las Zeolitas, el Premio Gabor A. Somorjai por la Investigación Creativa en la Catálisis, el Premio Boudart en Catálisis Avanzada, el Premio de Investigación Humboldt y el Premio ENI de las Nuevas Fronteras de los Hidrocarbonos.

 

Avelino Corma estudió Química en la Universidad de Valencia entre 1967 y 1973. Tres años más tarde, en 1976, se doctoró “Cum Laude” en la Universidad Complutense de Madrid. El trabajo de su tesis lo realizó bajo la dirección del profesor Antonio Cortés Arroyo, en el Instituto de Catálisis y Petroleoquímica del CSIC. Entre 1974 y 1976 realizó su Post Doctorado en la Queens University de Canadá. Tras dos años, volvió a España donde comenzó su carrera como Investigador Científico del CSIC, en el Instituto de Catálisis y Petroleoquímica. En 1987 fue nombrado Profesor de Investigación del mismo Instituto, hasta que en 1990 fundó y comenzó a dirigir el Instituto de Tecnología Química de Valencia.

 

La investigación que dirige el Profesor Corma en el ITQ es básica, aplicada y cubre campos que pueden parecer muy alejados entre sí. Por una parte, desarrolla catalizadores para procesos intermedios de química fina, moléculas y productos finales para la producción de fármacos y para las industrias de los perfumes y la alimentación. Por otra, trabaja en el terreno de la transformación de biomasa en energía, las células fotovoltaicas, el almacenamiento de hidrógeno y las pilas de combustible. El grupo de investigación del Profesor Corma ha desarrollado nuevos catalizadores, concretamente a través del conocimiento de la síntesis de las zeolitas y sus estructuras. Estos catalizadores se aplican a un gran número de procesos como la mejora del octanaje de los combustibles. Tras haber desarrollado catalizadores y procesos para la retirada eficiente de nitratos de corrientes de agua contaminadas, actualmente está trabajando en nuevos catalizadores para procesos químicos utilizando materias primas renovables extraídas de las plantas y la biomasa.

 

Hoy en día, Avelino Corma, es el científico español más citado en la literatura científica internacional, muchas de sus investigaciones y descubrimientos se han publicado en revistas tan prestigiosas como Science o Nature. Avelino Corma tiene más de 700 publicaciones en revistas internacionales.

 

Aniversario del ITQ

 

El Instituto de Tecnología Química, centro mixto de la Universidad Politécnica de Valencia (UPV) y el Consejo Superior de Investigaciones Científicas (CSIC), ha celebrado recientemente su vigésimo aniversario en un acto celebrado en el Paraninfo de la UPV y que ha congregado a numerosas personalidades del ámbito científico universitario nacional e internacional.

 

El acto ha estado presidido por el vicerrector de Planificación e Innovación de la UPV, Francisco Mora, acompañado por el vicepresidente de Organización y Relaciones Institucionales del Consejo Superior de Investigaciones Científicas, Francisco Ramón Montero de Espinosa Freijó; la vicerrectora de Investigación de la UPV, Amparo Chiralt; el coordinador institucional del CSIC en la Comunidad Valenciana, José Pío Beltrán; y el director del ITQ, Avelino Corma.

 

Ante un auditorio totalmente lleno, el profesor Avelino Corma ha hecho un repaso a la evolución de este Instituto desde sus inicios hasta hoy. El ITQ arrancó en 1990 con el equivalente a 80.000 euros actuales de presupuesto y nueve investigadores; veinte años después la plantilla supera los 150 investigadores y sus ingresos anuales pasan de los seis millones de euros, situándose como uno de los centros de referencia de todo el mundo en el campo de la catálisis, los nuevos materiales y la fotoquímica y en la transformación del conocimiento básico en aplicaciones tecnológicas.

 

Como muestra de su excelencia internacional, cabe destacar la colaboración con multinacionales como Exxonmobil, BP, ENI, Sumitomo, Cepsa, Repsol YPF, Shell, Petrobras, IFP, Total France, Takasago, Isdin, Johnson & Matthey, Huntsman, Grupo Acciona e IFF, entre otras. “En veinte años el ITQ ha hecho investigación fundamental competitiva, ha podido transferir estas investigaciones a la industria y ha formado nuevas generaciones de investigadores que tomarán nuestro relevo”, ha destacado el director del Instituto de Tecnología Química.

 

Las líneas de investigación preferentes a nivel internacional y de forma general en las que trabaja el Instituto de Tecnología Química son energía, sostenibilidad, salud y agua. “Es verdad que son campos muy diversos, pero si algo caracteriza al Instituto es que ante cualquier interés que se despierte en la sociedad, somos capaces de reorientar nuestras investigaciones para intentar solucionar los problemas que se planteen”, ha manifestado Avelino Corma.

 

Así, a lo largo de estas dos décadas de andadura, el Instituto de Tecnología Química ha desarrollado numerosos avances de gran impacto internacional en el campo del refino del petróleo, la eliminación de contaminantes en gas natural, la obtención de productos químicos de alto valor añadido y el diseño de nuevos reactores y nuevos sistemas de reacción o las celdas solares y sensores. Mientras, en el campo de la salud, el director del ITQ ha destacado los avances logrados desde los laboratorios del Instituto para evitar la fotoalergia de fármacos, así como los “esperanzadores resultados conseguidos en el desarrollo de nuevos productos que en el futuro contribuyan a vencer algunos de los cánceres que todavía hoy no tienen solución”.

 

En los últimos diez años, el Instituto de Tecnología Química ha generado 139 patentes, de las que 48 han sido desarrolladas directamente a través de contratos de I+D con empresa. Las otras 91 están registradas conjuntamente por la Universidad Politécnica de Valencia y el Consejo Superior de Investigaciones Científicas, estando 48 de ellas licenciadas a empresas. Asimismo, dos de las tecnologías de grandes procesos desarrolladas por el ITQ están siendo explotadas comercialmente y dos más se encuentran ya en planta de demostración.